Me acuerdo que en la primara tacada de “triunfitos”, una vez que les tenían
a todos sentados escuchando a los productores del programa en la sala grande,
una de las productoras del programa (la que siempre asumía el rol de “policía
malo”), pues esta señora les reñía profusamente porqué, según ella, querían
dedicarse a cantar... pero: “escuchaban poca música”. (¡¿...?!)
Encontré fuera de lugar que les riñesen con tanta saña por “escuchar poca
música” (¡pobrecitos!), ¡cómo si ellos hubieran estado allí escogidos por algo
que tuviera que ver con la música!
Si estaban allí sentados era porqué quedaban bien saliendo por la tele,
porqué tenían “telegenía”, que se dice; porqué los productores sabían que en un
momento concreto estallarían, llorarían o proporcionarían espectáculo... No por
nada que tuviera a ver con cantar bien, precisamente, y mucho menos con la
música.
(No digo que tener telegenia sea malo. Solamente digo que no tiene nada que
ver con cantar bien, o con la música...).
La música, o se escucha por gusto o no se escucha, no sé como decirlo... No
se puede acusar a alguien “de escuchar poca música”... (¡...!)
Les reprochaban que no escuchaban música como se podría reprochar a alguien
que no tiene lengua que sea mudo. Todo para proporcionar espectáculo de
reproches, que eso sí que tiene audiencia.
De la misma manera que ahora se ve que hacen concursos de cocina en qué los
concursantes lloran o discuten (y este es el espectáculo, verles perder los
papeles, no verles cocinar), y que llorar por la tele no tiene nada que ver con
la cocina,
poner en evidencia los limitados horizontes musicales de unos concursantes,
que no cantantes, - y mucho menos músicos, y eso lo digo con el máximo
respeto-, y que además ellos mismos habían escogido, tampoco tenía nada que ver
con la música... y sí con el espectáculo televisivo y fenómeno social...
* * *
Me parece que aquel programa (aquella primera temporada, como mínimo, el
resto ya no), nos confundió mucho a todos... Respecto a qué es “la música”,
precisamente...
Lo digo porqué a mí también me camelaron. Yo también me lo creí, y me
entusiasmé con ello... Me entusiasmé con una cosa que era nada, como más tarde
se ha visto.
Yo piqué porqué en aquella época estaba baja de moral. Necesitaba creer en
algo... La música perecía algo bueno en lo qué creer... Si aquello hubiera sido
en verdad música...
* * *
Ahora prefiero no ver la tele, en parte por ello, porqué la tele consiguió
que me entusiasmara con una cosa que no tenía ningún valor...
Pero, si ahora me percato, es porqué ahora sí que he escuchado mucha más
música...
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