domingo, 8 de febrero de 2015

Como terapia

Escribir cada día un rato, a la misma hora y en el mismo lugar, en silencio, (y, aunque no hagamos público lo que escribimos), puede ayudarnos a aceptar nuestro lugar en el mundo, a aceptar nuestro mundo, y a encontrarnos y a aceptarnos a nosotros mismos; nos puede ayudar a sentirnos dignos de ser amados; día a día, cada día; y ello a pesar de nuestra propia fragilidad psíquica y la hostilidad del mundo.

No hay comentarios: