lunes, 6 de junio de 2011

Puntualización

Yo no digo que Kafka estuviera loco. Yo sólo digo que sus obras pueden ser interpretadas, también, como metáfora de la locura, en concreto de la que toma forma de manía persecutoria. Ahora, nadie va a convencerme que como persona de carne y hueso Kafka debía ser demasiado normal...

Kafka consiguió lo más difícil: consiguió poner la locura en la escritura, y pasar por una persona normal.

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