Ser sabio y tener experiencia quizá parece que no substituya ser joven y atractivo, y quizá la sabiduría y la experiencia de la vida no son aquello que se llama “atractivas” hoy en día y para los medios de comunicación, pero cuanto más sabio eres y más experiencia tienes menos dependes del atractivo y las “apariencias”, tanto de las tuyas propias como de las de los demás.
Pero hay muchas personas que jamás pasan del primer estadio, que jamás verán nada más allá “del mundo de las apariencias”, y así bien van perdiendo la juventud y el atractivo, nunca llegan a la experiencia y la sabiduría.
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