sábado, 19 de febrero de 2011

El bloqueo definitivo

O sea, que hay gente con quien me encuentro yendo por el mundo (saliendo a la calle) que ha leído mi blog... ¡Qué vergüenza! Esto era mejor cuando me sentía una escritora anónima y sabía que nadie conocido se lo leería. Creía que la cosa no tenía ningún interés para nadie que me conociera... Pero supongo que a la hora de poder criticarme y cotillear sobre mí un blog como este proporciona todo el morbo necesario. Ya he hecho bien de no hablar de según qué... Siempre he ido con cuidado con lo que digo, pero ahora... Quizá ni tan solamente valdrá la pena continuar publicándolo... Me da mucha vergüenza saber que gente conocida lee mi blog... ¡A ver si este será el bloqueo definitivo! De todos modos, no podré escribir tan despreocupadamente, cosa que no me gusta nada de nada, aunque con mi despreocupación sé que a veces he hecho daño a alguien. Ya hace días que me lo veía venir, primero sólo eran sospechas, pero... Vaya, vaya. ¡Qué vergüenza!

Esto lo he observado muchas veces leyendo blogs: hay dos tipos de blogs, los que todos el mundo sabe quien los escribe, el autor firma con nombre y apellidos, y en este caso sólo hay cosas positivas, siempre se intenta quedar bien con los demás (o con los suyos) y son aburridísimos, o los blogs en que los autores son completamente anónimos en los que se sueltan las pestes que haga falta y son mucho más interesantes, pero que cuando dejan de ser anónimos la cosa cambia: o desaparecen o se vuelven correctos, correctísimos. No quiero decir que mi blog haya sido nunca incorrecto, pero, sabiendo que hay gente que me conoce –yo no los conozco- que lo lee, me la impresión que ya no podré hablar tan a “tumba abierta” como antes, porqué son cosas que a muchas de estas personas no les diría... ¡ni que me mataran, vaya!

O sea que, boquita cerrada, no entran moscas, y el blog deberá volverse correcto, aburridísimo y procurar quedar bien con todo el mundo... ¡no fuera el caso! Me han bien aguando la fiesta. Y si no puedo decir lo que me pasa por la cabeza como si nadie conocido tuviera que leerlo esto no tiene ninguna gracia...

No hay comentarios: