sábado, 19 de diciembre de 2009

Franqueza e intransigencia

Me parece que soy demasiado intransigente. Si te das cuenta que alguien te miente, ¿qué debes hacer? ¿Fingir que no te das cuenta? ¿Reprochárselo, cosa que yo he hecho muchas veces y siempre ha acabado como el rosario de la aurora, y me he quedado sin amigas? ¿Qué significa ser maduro, saber cuando te engañan y apartarte de la mentira, o tener suficiente humanidad para darte cuenta de las mentiras que la otra persona necesita decirte para que la relación funcione, y aceptarlas con condescendencia? ¿Es que no digo mentiras yo? ¿Soy demasiado intransigente con los defectos de los demás? En fin, que “humanidad” y “franqueza” son dos términos que hace tiempo que me doy cuenta que no conjugan tanto como deberían... Ya no digo “verdad”, porque la verdad depende de los ojos de quien la mira, de la verdad individual de cada cual, es decir, que es individualmente absoluta; la verdad existe, pero depende de cómo vea las cosas cada persona. ¿Se trata sólo de eso, de que no veo las cosas de la misma forma que los demás? ¿Veo demasiado? ¿Veo demasiado poco? Si algo he pedido siempre a los otros es franqueza... claro que ellos no sabían que yo sólo pedía eso... y evidentemente con esta exigencia desaforada he acabado quedándome sola...

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