He acabado el libro de Fernando Trias de Bes, El libro prohibido de la
economía, (en castellano). Se trata de un libro sencillo y ameno, sin
pretensiones, que me ha gustado.
Ante este libro me viene a la cabeza una frase que no sé si he escuchado
por la radio que dice “la economía es una manera de regular comportamientos”.
En el libro esta frase no sale –me parece-, pero creo que ha sido tenida muy en
cuenta a la hora de escribirlo, no sé exactamente porqué; más que una certeza,
se trataría de una intuición.
Tres cosas que destacaría de todas las ideas que he leído en este libro:
La primera. El poder (no los políticos, sino el verdadero poder – llamadle
“los mercados”), no quiere que ahorremos. De esto concluyo que se tiene que
ahorrar; si se puede, claro.
La segunda. Las buenas secretarias no hablan ni explican batallitas de las
empresas en que trabajan o han trabajado. Conclusión: yo no soy una buena
ex-auxiliar administrativa.
La tercera. No convertir-nos nunca en empresarios para auto-emplearnos,
sino intentar ser empresarios solamente cuando se tenga madera, mentalidad,
ilusión... y una cierta capacidad para hacer cálculos. Esta afirmación me
parece muy importante en el mundo en qué vivimos en qué tantas personas
capitalizan el paro para poner un bar; para hacer ir adelante un bar también se
tiene que saber (de hacer ir adelante un bar).
Leer este El libro prohibido de la economía me hace percatar que hay
cosas que son tan indignantes...
... que es mucho más cómodo pasar de largo, abrir una cervecita, enchufarse
a la tele, pasar de todo y vivir ignorándolas...
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