martes, 16 de septiembre de 2014

La evidencia de lo evidente

Digo muchas evidencias, ya lo sé. (Eso da rabia a algunos). Lo único que puedo decir como justificación es que intento decir lo que pienso. Eso a veces son aquellas frases evidentes a las que todo el mundo puede llegar con un pelín de generosidad y sentido común. Nada del otro mundo. Todo ha sido dicho, todo ha sido escrito, todo ha sido leído. Y si se repiten las mismas evidencias como cada mañana de invierno se repite la misma escarcha es porqué existimos, y la existencia tiene una parte común para cada ser que existe. La existencia nos lleva a querernos ejercitar en el lenguaje, y a procurar que, aunque en la escritura todo haya sido dicho, cuando lo digamos nosotros nuevamente, aunque sea una evidencia, no suene a hueco. Nos repetimos, escribimos evidencias, pero la vida se repite, y la comprendemos por evidencias.



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