jueves, 4 de septiembre de 2014

Como aquella que espera

Volviendo al libro sobre la depresión, otra cosa que me ha llamado poderosamente  la atención es que todos los casos clínicos de pacientes se solucionan o mejoran... Todos menos uno, en qué la paciente es dejada por imposible: se trata de la hija de unos que tienen título nobiliario, y que quiere un marido de su categoría social. (Sin ser ni joven, ni guapa, ni por lo que se ve demasiado inteligente; haber leído muchas revistas del corazón es todo su bagaje).

Me parece curiosísimo que este sea el único caso que no se soluciona, y que sea puesto como ejemplo de “vida depresiva”. Otros casos que afectan a personas más humildes y sin tantas pretensiones en el mundo de las apariencias, que también parecían difíciles, se acaban solucionando más o menos bien, en cambio este no. Me parece curioso y significativo...


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