Volviendo al libro sobre la depresión, otra cosa que me ha llamado
poderosamente la atención es que todos
los casos clínicos de pacientes se solucionan o mejoran... Todos menos uno, en
qué la paciente es dejada por imposible: se trata de la hija de unos que tienen
título nobiliario, y que quiere un marido de su categoría social. (Sin ser ni
joven, ni guapa, ni por lo que se ve demasiado inteligente; haber leído muchas
revistas del corazón es todo su bagaje).
Me parece curiosísimo que este sea el único caso que no se soluciona, y que
sea puesto como ejemplo de “vida depresiva”. Otros casos que afectan a personas
más humildes y sin tantas pretensiones en el mundo de las apariencias, que
también parecían difíciles, se acaban solucionando más o menos bien, en cambio
este no. Me parece curioso y significativo...
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