Escucho por la radio la historia de una drogadicta. El mundo de la droga me
parece sórdido y espeluznante.
Me viene a la cabeza que, en mi escritura, a veces he hecho el símil de mi
adicción a comprarme libros como si fuera la adicción a una droga. Me parece
que he frivolizado un poco, porqué veo que esto de la droga es muy dramático...
(muy chungo, que diría aquella).
Yo no puedo escribir nada real sobre eso de las drogas porque no sé nada de
ello. Lo comparo con mi adicción a comprarme libros porqué es símil es muy
ilustrativo, fácil de hacer y se presta muy bien. Pero no es lo mismo, ni por
asomo. En el mundo de las drogas la sordidez sí que es algo palpable.
* * *
Las adicciones a les compras son adiciones sociales. No son tan sórdidas
como las demás, pero sí mucho más absurdas. Acumular cosas que no necesitas, o
libros que no das abasto a leerte, es absurdo, y da risa, pero en principio no
es nada malo. Ahora, por respeto a los adictos de verdad (los adictos a los
tóxicos), quizá debería ahorrarme el símil...
No hay comentarios:
Publicar un comentario